La educación artística y la cultura del silencio

Introducción:

El hombre posee infinitos sistemas para hacerse entender y para exteriorizar sus emociones. El cuerpo, en su totalidad, es el hilo conductor; cada parte del cuerpo es una fracción del ser que aún no hemos terminado de explorar. Y crecer es darle posibilidades a nuestro representante material, para que se afirme en el proceso último de la existencia.

El arte es esencial para el desarrollo de la personalidad. Visto desde el sujeto, es la aptitud para hacer alguna cosa; visto desde el objeto, es aquello que se hace, es la obra misma. Como quehacer está en el espíritu, en el intelecto, en la voluntad y en la afectividad. Según Aristóteles, es un saber que va más allá de lo meramente empírico.

Si crecemos en esta concepción de vida, nosotros, como unidad indivisible, tendremos la posibilidad de enriquecernos y trabajar por una mejor calidad de vida. Lo que se logra elevando nuestra condición humana.

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